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El jarabe de fructosa, ese delicioso jarabe dulce que alguna vez estuvo en todo. Era como el azúcar, excepto que sabía terrible y no hace nada bueno por nuestro cuerpo. Este artículo explora el lado más dulce de este astuto jarabe, que en realidad causa daño de varias maneras. Entender esto nos ayudará a tomar decisiones más inteligentes sobre qué y cómo comer.
El jarabe de maíz se produce en el hígado a partir de la fructosa dietética. Haces eso con el maíz para obtener jarabe. Además de esto, se añaden algunos ingredientes especiales para que tenga un sabor aún más dulce. Se puede encontrar en todos los productos alimenticios que consumimos regularmente, como el pan, las galletas y la pizza. Las empresas alimenticias los utilizan porque su costo es más barato en comparación con el azúcar. Pero eso no significa que sea más barato y mejor para nosotros. La verdad es que esto puede causar más daño que beneficio.
El jarabe de fructosa nos hace daño desde todas las perspectivas mencionadas. Esto provoca ganancia de peso y puede llevar al desarrollo de la diabetes tipo 2, e incluso problemas cardíacos. Por el contrario, cuando consumimos productos alimenticios con azúcares refinados o jarabe de fructosa alto, todo ello va directamente al hígado. Va a nuestro hígado, se convierte en grasa y luego básicamente entra en nuestra sangre. Esto puede aumentar nuestro colesterol malo y elevar los niveles de azúcar en sangre, lo que nos hace más difícil mantenernos sanos.
¿Por qué estamos engordando más estos días debido al uso de jarabe de fructosa en nuestros alimentos? Puede hacernos engordar y causarnos esos kilos extras que preferiríamos no tener. El jarabe de fructosa se utiliza en muchos alimentos procesados y aporta muchas calorías, pero no proporciona suficientes nutrientes que nuestro cuerpo necesita. No estamos suministrando a nuestros cuerpos las vitaminas y minerales que necesitan cuando los consumimos. En cambio, consumimos un montón de calorías adicionales que terminan convirtiéndose en azúcar y luego se almacenan como grasa en nuestro cuerpo.
Se debe tener en cuenta que el jarabe de fructosa está presente en muchos alimentos que consumimos normalmente, aunque no siempre es visible. Por eso leer las etiquetas de los alimentos realmente es útil para saber cómo se ha fabricado algo que estamos comiendo. Los alimentos que contienen JF son: cereales para desayunar, yogures saborizados, barras de granola e incluso algunas salsas para ensaladas. Conocer estos "ingredientes ocultos" puede ayudarte a reducir tu exposición al jarabe de fructosa y sus riesgos para la salud.
Este edulcorante a base de maíz se esconde en algunos lugares inesperados en nuestros platos. ¿Sabías y estás al tanto de que la mayoría de los condimentos populares, como el ketchup y la salsa barbacoa, contienen jarabe de fructosa? Pueden colarse secretamente en muchas de nuestras comidas favoritas. Incluso hay marcas de pan que tienen jarabe de fructosa añadido a la mezcla. Así que asegúrate de leer las etiquetas de los alimentos y no comprar productos con jarabe de fructosa. De esta manera, podemos tomar decisiones informadas y proteger nuestra salud.